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A día de hoy millones de personas en el mundo practican yoga a diario de forma individual, bajo las enseñanzas y directrices de profesores profesionales o con la ayuda de aplicaciones especializadas o canales de YouTube.

Una esterilla, ropa fresca y cómoda y un lugar tranquilo son suficientes para comenzar a practicarlo, y su práctica regular afecta positivamente a la inteligencia corporal, resistencia, equilibrio, bienestar interior, paz mental, fortaleza o elasticidad, según numerosos estudios científicos.

A continuación enumeramos algunos de los beneficios de practicar yoga con regularidad:

1. Mejora la plasticidad cerebral y el control del pensamiento

Un estudio de 2017 publicado en Science Daily confirma que tras 25 minutos de yoga las personas pueden controlar sus patrones de pensamiento, desempeñarse mejor ejecutando acciones y medir sus respuestas emocionales, mejorando el control y la concentración.

Otra investigación realizada por científicos del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en Leipzig (Alemania) publicada en Science Advances destaca que tan solo 3 meses después de una práctica regular de meditación, la plasticidad cerebral mejora. El análisis hace hincapié en que la plasticidad cerebral en adultos está relacionada con la inteligencia social y emocional, el cultivo de la empatía o la cooperación

2. Afina la flexibilidad y el equilibrio

Un estudio que midió el impacto de 10 semanas de yoga en 26 atletas universitarios masculinos reveló mejoras notables en estas dos áreas en comparación con el grupo de control, mientras que otra investigación realizada en 2013 también encontró que practicar yoga podría ayudar a mejorar el equilibrio y la movilidad en los adultos mayores.

Si practicas al menos entre 15 y 30 minutos de yoga al día podrás comenzar a percibir mejoras.

3. Mayor capacidad de respiración

Tras 15 semanas de práctica de yoga y ejercicios de respiración, 287 estudiantes universitarios notificaron un incremento en la capacidad vital o medida de la cantidad máxima de aire que se puede expulsar de los pulmones, según un estudio publicado en PubMed.

Otro estudio de 2009 encontró que practicar la respiración propia del yoga mejoró los síntomas y la función pulmonar en pacientes con asma leve a moderada. Respirar bien mejora la resistencia, optimiza el rendimiento físico y mantiene los pulmones y el corazón sanos y en forma.

4. Capacidad para aliviar las migrañas

Son varias las aproximaciones científicas a la eficacia del yoga como terapia complementaria útil para ayudar a reducir la frecuencia de las migrañas.

Un estudio de 2007 demostró reducciones en la intensidad, la frecuencia y el dolor de los dolores de cabeza en un grupo de practicantes de yoga comparación con el grupo de autocuidado, mientras que otra investigación también demostró mayor disminución en la intensidad y frecuencia de estos dolores que la atención convencional por sí sola.

5. Reduce el riesgo de enfermedades del corazón

Proteger tu corazón es posible haciendo yoga, ya que la disciplina merma el riesgo de enfermedades cardiovasculares, tal y como explica un estudio de 2015 realizado por la Universidad de Harvard. Entre sus conclusiones, se halló que los participantes redujeron su presión arterial en cinco puntos y sus niveles de colesterol LDL en 12.

6. Alivia los síntomas de la depresión

Entre los beneficios del yoga diario, puede ayudar a una parte de los pacientes que sufren depresión a aliviar los síntomas, tal y como pone de manifiesto un informe de 2017 que recoge Forbes. Puede ser un apoyo complementario muy interesante a la terapia cognitivo-conductual o a los tratamientos médicos convencionales basados en fármacos.

7. Duermes mejor

En 2004 se hizo un estudio a personas que sufrían insomnio crónico y que practicaban esta disciplina todas las noches antes de meterse en la cama. Después de 8 semanas, los resultados fueron positivos, ya que sus ciclos del sueño se habían vuelto más profundos y largos. Si quieres dormir mejor, practica yoga a diario.

8. Calma el estrés y la ansiedad

Un artículo publicado en 2017 apunta a que el yoga impide la expresión de los genes que causan inflamación, relacionados con el estrés y diversas enfermedades. Además, muchos otros muchos estudios destacan su capacidad para disminuir la secreción de cortisol, la principal hormona del estrés.

En cuanto a la ansiedad, más de lo mismo: un análisis realizado a una treintena de mujeres que practicaron yoga dos veces por semana durante dos meses, reveló niveles de ansiedad significativamente más bajos en las que lo practican que en el grupo de control.

Otro estudio siguió a 64 mujeres con trastorno de estrés postraumático (TEPT), y 10 semanas después de hacer yoga tenían menos síntomas, incluso ya no cumplían los criterios de la enfermedad.

9. Incrementa la fuerza

En un estudio realizado en el que 79 adultos realizaron 24 ciclos de saludos al sol, una de las secuencias más famosas del yoga, 6 días a la semana durante 24 semanas, se registró un incremento notorio en la fuerza, la resistencia y la pérdida de peso de la parte superior del cuerpo. Las mujeres también tuvieron una disminución en el porcentaje de grasa corporal.

Otro estudio de 2015 también llegó a conclusiones similares, demostrando que 12 semanas de práctica de hatha yoga condujeron a mejoras en la resistencia, la fuerza y la flexibilidad en 173 participantes.

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Fuente: Business Insider

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