Una de las posturas clásicas del yoga es la postura de la mariposa y, además, es un magnífico punto de arranque si quieres empezar a practicar esta maravillosa disciplina. Esta postura te permite relajarte y deshacerte del estrés acumulado. Aprende cómo hacerla y sus beneficios.
El yoga, en nivel de principiante, tiene la postura de la mariposa como referencia, permitiéndote una gran variedad de beneficios. Por ejemplo, te ayuda a perder peso y a conseguir la paz mental.
Siguiendo esta disciplina puedes progresar y llegar a modalidades más exigentes como el ashtanga yoga, el cuál es capaz de moldear cuerpos prácticamente perfectos y relajar hasta extremos increíbles. Pero para iniciarte en el yoga, hay que empezar por alguna postura y la mariposa es el punto de partida perfecto. La práctica de esta postura de manera constante puede ayudarte a mejorar tu posición corporal.
La postura de la mariposa es apropiada para todos los niveles, sin embargo, debes tener cuidado si sufres problemas en la zona de la ingle o la rodilla.
Además, mejora la flexibilidad y reduce la tensión siendo ideal para personas que tienen caderas tensas debido a estar demasiado sentadas. También promueve una sensación de calma.
¿Cómo hacer la postura de la mariposa?
Puedes integrar la postura tanto al principio como al final de tu rutina de yoga.
El primer paso a seguir es sentarte en el borde de un cojín o en una manta doblada, lo que proporciona comodidad y hace que te sientes más recto/a. El siguiente paso, para aumentar la intensidad del estiramiento, es colocar los pies cerca de las caderas, doblando suavemente las rodillas y juntando las plantas de los pies.
Continuamos estirando la columna y ensanchando el pecho mientras mueves los hombros hacia abajo y hacia atrás. Tienes que permanecer en esta posición durante cinco minutos. Para relajarte de la postura, extiende las piernas hacia adelante e inclínate hacia atrás sobre las manos, de esta manera conseguirás “liberarte” de la postura.
La postura de la mariposa hace hincapié en los músculos de la espalda baja, la cadera y los muslos ayudando a reducir el dolor, fomentando la flexibilidad y aumentando el rango de movimiento.
En general, esta postura tan clásica del yoga tiene un efecto calmante y relajante, tanto física como mentalmente, lo que puede ayudar a aumentar también los niveles de energía. Además, es importante destacar algunos de los beneficios más inmediatos y concretos que notarás de practicar la mariposa, por ejemplo, un estímulo para tu estado de ánimo ayudando de manera notable a mejorar tus niveles de autoestima y valoración de ti mismo/a.
¿No tienes intriga por probarlo ya?
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