Compartir

Con la llegada del verano y a consecuencia de las altas temperaturas, uno de los problemas más habituales es la hinchazón y pesadez de piernas, una incómoda sensación que se dificulta aún más cuando se lidia con la retención de líquidos. Las altas temperaturas, pasan factura a nuestras piernas, fundamentalmente cuando estamos muchas horas de pie o sufrimos problemas anteriores de circulación.

¿Quién no ha puesto alguna vez las piernas en alto para aliviar los tobillos? Pues además de esta tradicional técnica, existen algunas más. «La práctica suave de ejercicio es una buena alternativa para mitigar esa sensación de carga en las piernas y recuperar su ligereza», afirma Katia Muñoz Olmo, Wellthy Expert del hotel Royal Hideaway Sancti Petri.

Dentro del mencionado ejercicio, está el yoga. Katia sugiere cinco asanas que ayudan a reducir la sensación de pesadez en las piernas propia del verano. Se trata de cinco posturas que realizadas a diario potencian la buena circulación, desinflaman y calman el malestar y el cansancio acumulados en esta zona del cuerpo. Y Katia Muñoz Olmo nos indica detalladamente para garantizar la efectividad de las mismas.

1. POSTURA DEL PERRO

Este asana es una de las más comunes dentro del yoga. Una de las razones principales de su éxito es debido a que además de servir de transición y de descanso, fortalece la musculatura de la espalda, el abdomen, los brazos, el cuello y las piernas, previniendo los dolores articulares y mejorando la circulación sanguínea. Con intención de sacarle el máximo partido «has de colocarte en cuatro apoyos sobre las manos bien abiertas y las rodillas», comenta Katia. «Acto seguido, adelanta tus manos un poco más allá de la altura de los hombros y abre las piernas al ancho de las caderas. Empuja con tus manos hacia el suelo, eleva la pelvis y lleva el peso hacia atrás, de manera que puedas estirar brazos y espalda con las nalgas apuntando hacia arriba. La cabeza ha de estar relajada, siguiendo la línea de la columna. Por último, extiende las piernas dirigiendo los talones hacia el suelo, aunque estos no lleguen a tocarlo». Debes mantener la posición durante cinco respiraciones.

2. LA GUIRNALDA

Además de flexibilizar el músculo tibial, esta postura libera la tensión que se acumula en la cadera. «Tras colocar los pies ligeramente más separados que el ancho de las caderas con los dedos levemente hacia afuera, dobla tus rodillas profundamente, hundiéndote hasta que tus caderas estén a unos pocos centímetros del suelo sin llegar a entrar en contacto con él. Una vez aquí, coloca las palmas de las manos en el centro del corazón y apoya los codos en el interior de las rodillas para, presionándolas suavemente, abrir un poco más las caderas y extender la longitud de la espalda», nos comenta Katia. Debes aguantar la postura entre 30 segundos y un minuto.

3. EL OJO DE LA AGUJA

Este es un asana recomendable para mejorar la circulación de las piernas y reducir la tensión y rigidez de las caderas y la espalda. «Recuéstate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Cruza el tobillo derecho sobre el muslo izquierdo y lleva las piernas hacia el pecho, lo suficientemente cerca como para deslizar el brazo derecho por el espacio creado entre ambas extremidades. Coge el muslo izquierdo con las manos y haz cinco respiraciones profundas. Después repite el mismo proceso hacia el otro lado», explica Katia.

4. PIERNAS EN ALTO

Esta es la postura perfecta para la retención de líquidos y paliar la pesadez de las piernas. Además, favorece el sueño. Para hacerlo más fácil debes tumbarte sobre la esterilla y elevar las piernas, «apoyándolas en la pared u otra superficie. Después levanta la cadera y la parte inferior de la espalda y colócalas sobre un zafu o un cojín», dice Katia. La versión más compleja de esta postura implica «dejar el peso del cuerpo sobre los codos, las manos y los hombros en vez de sobre un cojín», afirma. Para garantizar el éxito de la misma hay que mantener las piernas arriba y rectas durante uno o dos minutos.

5. EL GRAN ÁNGULO

Es la postura recomendable para favorecer la relajación, fortalece los músculos de las pantorrillas y los pies ayudando a aliviar los dolores de cabeza. «Separa las piernas más de un metro, con las puntas de los pies ligeramente hacia delante y los talones hacia afuera. Mientras exhalas inclínate lentamente hacia delante. Con la cadera en 90 grados y la espalda recta, mira al frente e inspira brevemente. Al espirar, baja la cabeza, relaja el cuello y apoya las manos alineándolas con los pies. Respira aquí y acerca lo máximo posible la coronilla al suelo», finaliza Katia.

#yoga #bienestar

Fuente: El Mundo

Para no perderte ninguna publicación síguenos en nuestras redes sociales: